martes, diciembre 19, 2006
sábado, diciembre 16, 2006
Pa min pa sempre
GRAZAS.
domingo, diciembre 03, 2006
Ye ye!
La Lotería ya veremos si toca pero de momento hoy lo que toca (como me luzco con los juegos de palabras) es compartir las fotos de un finde chachi piruli. Estrenando nuevo look que nadie nota -sólo yo sé lo que sufro con cada tijeretazo de mi peluquera y con la visión de mi pelo esparcido por las baldosas- me pinté la raya, guardé el pijama en la maleta y entregué mi cuerpo y mi alma a la fría y húmeda pero marchosilla noche estradense. Y érase una vez cinco chicas ye ye que se fueron a cenar algo tan poco glamuroso como pechugas rellenas para luego, con el estomágo lleno y rebosantes de energía, convertirse en las reinas de la pista. Tras los éxitos pop-rock del momento llegaron los clásicos como Pimpinela y su telenovela y, con ellos, las coreografías de las yeyés alcanzaron su clímax. Los chicos le sacaban el calcetín a sus móbiles y hacían fotos en modo ráfaga. Los más atrevidos suplicaron compartir píxeles con las estrellas y dibujaron su mejor sonrisa antes de ser cegados por el flash. Los más galantes quiesieron obsequiar la agradable compañía con chupas de fresa con chicle. Con el pelo alborotado y las medias de color (o en su defecto, los pantalones vaqueros) llegó la hora de retirarse a los aposentos de San Pedro de Ancorados a reflexionar acerca del éxito conseguido en la fiesta de pijamas y a revolver cajas y cajones ajenos, actividad fruto de la innata curiosidad sólo interrumpida por el profundo cansancio acumulado a lo largo de la agitada velada. Una paella y un chocolate con churros después, cada mochuelo a su olivo, o lo que es lo mismo, cada ye ye a su casa que ya está bien de tanta fiesta y no te quieres enterar.
P.D. El mochuelo que escribe se despertó esta mañana con un herpes en la boca, se miró al espejo y exclamó: ¡Y el jueves al Principal!
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