domingo, diciembre 25, 2005

Tocador en Navidad, por fin!!!

¡Ya es Navidad! Este año no mi hermana y yo no íbamos a tener regalos pero al final mi madre se apiadó de nosotras y hoy por la mañana había unos paquetitos debajo del árbol. Un pijama rojo con una mariquiña para mí y unas botas de esquimal, de estas con borreguillo por dentro, para mi hermana. No me gusta hacerme mayor porque tus padres te hacen consciente de la debilidad de la economía familiar y se libran de los remordimientos de conciencia. Con 5 años no te van a decir: "Mira, este ano tivemos moitos gastos porque pagámosche unha viaxe moi cara a Praga e a Budapest; á túa irmá, para que non se diga que hai favoritismos nesta familia, ímoslle pagar unha viaxe a Londres, ademais, eres unha auténtica salvaxe comprándote roupa e aínda por riba para reis non queres unha cámara dixital calquera, nooo, queres unha de 300 €!! Así que este ano non hai Papá Noel." Con 5 años, y con 15, la casa queda llena de papel de regalo por todas partes el día de Navidad. Y yo, con 21, no he perdido la ilusión, aunque sepa de antemano que no habrá regalos. Y cambiando de tema, debo confesar que hoy dormí en cama de Papá Noel, mi madre vamos, porque mi habitación está en "obras". Aprovecho las vacaciones para cambiar la decoración y colgar mis baldas compradas en paraíso-Ikea. Por fin voy a tener tocador!! Quedará más o menos así, aunque en mi habitación las paredes son de color...¿Os gusta?

martes, diciembre 13, 2005

Bla, bla, bla...

Hay días en los que hablo, hablo, hablo y hablo. Son esos días en los que mi madre suele decirme que parece que comí lengua y hoy es uno de esos días. Hablé mucho y no me gusta, porque repetí las mismas cosas un millón de veces a un montón de personas, hablé de temas de los que no debería hablar con cualquiera, pensé en alto una y otra vez y fui insistente hasta la pesadez. Debería haberme limitado a tomar mis sobres de Fluimil, a sonarme los mocos, a narrar de modo resumido mis venturas y desventuras durante esta semanita y a hacer preguntas del tipo "¿Cal é o plan de comunicación deste gabinete?". Pero no. Hablé por siete, hablé por los codos, como si me hubieran dado cuerda, como una cotorra, y ahora siento la necesidad de callarme durante algunos días. Tenía pensado renovar escribiendo sobre algo que me inquieta en este momento de mi vida, sobre amor y sobre sexo, pero no. No, porque estoy saturada de mi misma y necesito silencio de mí.